Comunicación Nº: 040 | English version |
David Hardisson, Carmen Morales, Almudena García Tobaruela, Luis Ortega Martínez de Victoria, Pedro Martínez Martínez, Antonio Gil Aguado, Manuel Gutiérrez Molina.
[Título] [Material y Métodos] [Resultados] [Discusión] [Iconografía] [Bibliografía]
La tuberculosis del sistema nervioso central se manifiesta en raras ocasiones en forma de abscesos intraparenquimatosos (2, 6, 7, 9-12, 16). La mayoría de los casos se recogen en países en vías de desarrollo donde la incidencia de tuberculosis, sobre todo en su forma diseminada, es todavía alta (12). Sin embargo, con la progresión de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), se está observando un aumento de la incidencia de las formas atípicas de neurotuberculosis, lo que plantea numerosos problemas de diagnóstico diferencial clínico y radiológico con otras lesiones ocupantes de espacio en el cerebro (13-15). Clínica e histológicamente, los abscesos tuberculosos son similares a los abscesos piógenos. Suelen presentarse de manera aguda, asociados con clínica neurológica focal, generalmente en la tercera y cuarta décadas de la vida (16). Habitualmente se localizan a nivel supratentorial y suele existir evidencia clínica o de laboratorio de afectación tuberculosa sistémica.
En este trabajo presentamos dos casos de abscesos tuberculosos
en el sistema nervioso cental, uno de ellos en un paciente
alcohólico y el otro con síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA), que plantearon problemas de diagnóstico
diferencial con metástasis cerebrales y con otras lesiones
ocupantes de espacio en el encéfalo.