Comunicación Nº: 086 | English version |
Francisco O'Valle, Marco Masseroli, Francisco L. Mesa, Raimundo G. del Moral Jr. , Mariano Aguilar, David Aguilar, Raimundo G. del Moral
[Título] [Introducción] [Material y Métodos] [Resultados] [Iconografía] [Bibliografía]
Cada vez son más las técnicas de ADI que se incorporan para el diagnóstico en Odonto-estomatología, La mayoría son aplicaciones simples, realizadas manualmente por el operador, infrautilizando las múltiples posibilidades de estos sistemas informáticos. Las más empleadas son las valoraciones de densidad ópticas sobre las simples imágenes digitalizadas, sin utilizar operadores globales ni puntuales o algoritmos matemáticos para el procesamiento de las imágenes. Nuestra aplicación supone la utilización concatenada de una serie de funciones (algoritmos), que procesan las imágenes permitiendo su siguiente evaluación automatizada. Esta elaboración resultaría difícilmente ejecutable de forma manual directa y, al no estar las diferentes funciones englobadas en una secuencia automática, su realización supondría un tiempo de ejecución por imagen muy elevado (18 minutos frente a los 2.50-3.10 minutos de la ralización automática). Por otra parte, dada la complejidad de las imágenes biológicas, sólo el empleo de un adecuado algoritmo de elaboración permite la correcta segmentación de las zonas de interés de las imágenes en relación con su intensidad de coloración y la obtención en menor tiempo y de forma más precisa del aislamiento de las diferentes áreas (fig 2) del que se conseguiría mediante trazado manual de sus perímetros.
Cualquier aproximación a la cuantificación de estructuras histológicas mediante ADI requiere en primer lugar la adecuada selección del tipo de imagen a evaluar (20) . La elección de una técnica tricrómica se ha realizado en base a su mayor facilidad para discriminar entre la coloración del epitelio (teñido de rojo) y del tejido conectivo de la submucosa (teñido de verde) (1) , ya que en nuestro desarrollo la captación y posterior segmentación de las imágenes se realiza directamente en color. La magnificación empleada de la imagen (10x), pensamos que es la más adecuada para cuantificar morfométricamente estas secciones histológicas al permitir analizar la totalidad de la muestra en pocas imágenes y posibilitar la selección de campos histológicos sin artefactos de corte o defectos de orientación. La automatización del proceso de aislamiento-identificación de las diferentes estructuras histológicas presentes en las imágenes evita la posible variabilidad inter e intrapersonal en la evaluación de las áreas de interés, que se realiza automáticamente con nuestra aplicación. Evitar la subjetividad en la interpretación morfológica es trascendente cuando se pretende utilizar el ADI como herramienta para comprobar las posibles modificaciones inducidas por diferentes fármacos sobre un determinado tejido.
En lo referente a las lesiones histopatológicas descritas para el AG secundario a fármacos, el ADI demuestra como el incremento de tamaño no debe su causa a las modificaciones presentes en el epitelio mucoso, sino que fundamentalmente los cambios suceden en la lámina propia como también se concluye en el estudio inmunohistoquímico y por análisis morfométrico de Bonnauremallet y colaboradores (22) . A pesar de ello Wondimu y colaboradores (23) , empleando microscopia cuantitativa (estereología) por medio del método de contaje de intersección de puntos encuentran, que el volumen y espesor de las crestas epiteliales es mayor en los AG inducidos por CsA comparados con el tejido gingival normal. Se puede argumentar que esta técnica sólo es estimativa, de menor exactitud que las cuantificaciones proporcionadas por ADI. Por otro lado estos datos no entran en contradicción con nuestros resultados ya que, en el caso del espesor del epitelio, nuestros valores corresponden a la medias de todos los espesores de crestas e intercrestas (fig 2.4) y en los epitelios con papilomatosis estas últimas se encuentran muy adelgazadas, reduciendo el espesor epitelial medio final.
A pesar del cuidado en la prosección de las biopsias, la dificultad de conseguir una adecuada orientación de la misma puede conducir a interpretaciones erróneas en cuanto al espesor real del epitelio oral, sobrevalorando en la mayoría de las ocasiones las dimensiones del mismo. Por ello en nuestro análisis morfométrico sólo se han tenido en cuenta aquellos campos donde no existía fusión de papilas y se apreciaba la totalidad del espesor del epitelio oral. Con estas premisas, se constata que el epitelio no presenta acantosis real y que los términos empleados para designar los sobrecrecimientos gingivales como hiperplasia gingival, hipertrofia gingival, hiperplasia fibroepitelial etc. no son totalmente correctos y se debían dejar de utilizar.
CONCLUSIONES.
1.- La aplicación de ADI diseñada permite cuantificar correctamente y en un tiempo mínimo (tiempo real de ejecución por imagen 2.50 a 3.10 minutos) las modificaciones histomorfológicas inducidas a nivel gingival por múltiples patologías orales y por el efecto adverso de diferentes fármacos.
2.- Los resultados obtenidos aplicando las técnicas de ADI no justifican el empleo del termino hiperplasia fibroepitelial, hiperplasia o hipertrofia gingival para designar el aumento de tamaño que acontece en la encía tras la ingesta crónica de ciertos fármacos.
3.- La incorporación de técnicas de cuantificación por ADI a los protocolos de ensayos de nuevas terapias, puede permitir una evaluación más objetiva y precisa de los cambios morfológicos, así como datos más reproducibles entre los distintos grupos de investigación.