Capítulo 4.3. Debilidad muscular aguda 
 
2. TOPOGRAFÍA DE LA LESIÓN RESPONSABLE


 Puede resultar difícil topografiar la lesión en pacientes con DMA, ya que enfermedades que afectan a diferentes segmentos de la UM pueden presentarse con síntomas y signos parecidos. A continuación se señalan algunos datos clínicos que pueden resultar útiles para este propósito:

2.1. FORMA DE PRESENTACIÓN DE LA DMA

 Es importante recoger en la historia clínica por dónde empezó la debilidad y cómo progresó. Así podemos distinguir una parálisis ascendente,característica del síndrome de Guillain-Barré (SGB), de una parálisis descendente, más  propia del botulismo o la difteria. 
 La velocidad de progresión también es relevante, ya que algunas entidades alcanzan el grado de máxima afectación en pocos minutos (las parálisis periódicas), otras en pocas horas (la parálisis por consumo de marisco o por mordedura de serpiente) y otras en días (SGB). 
 La distribución de la debilidad puede orientarnos hacia una topografía lesional determinada, pero debe señalarse que el concepto general de que una debilidad muscular proximal tiene origen miopático y una debilidad distal suele ser de origen neuropático se tomará con reservas en los casos de DMA ya que algunas entidades neuropáticas como el SGB o las porfirias pueden tener una presentación proximal. Otro dato a considerar es la afectación de determinados grupos musculares que puede resultar característica para algunas enfermedades  (por ejemplo, los músculos oculomotores en la miastenia gravis). 
 También es importante recoger en el interrogatorio la presencia de fatigabilidad, que se objetivará más tarde en la exploración, síntoma característico de las enfermedades postsinápticas de la unión neuromuscular.
 Otras informaciones que ayudarán a delimitar las posibilidades diagnósticas son la edad de presentación, el curso remitente/recidivante (que se observará en las porfirias, en la miastenia gravis y en las parálisis periódicas) y la presencia de desencadenantes (como fármacos en la porfiria, infecciones en la miastenia o ejercicio en las parálisis periódicas).
 Siempre se interrogará al paciente o familiares sobre la posibilidad de un antecedente alimentario relevante (de extrema importancia ante la sospecha de botulismo o de parálisis por marisco) y de un antecedente tóxico o farmacológico.
 Los antecedentes familiares son relevantes en entidades como la porfiria, las parálisis periódicas familiares o el déficit de colinesterasa.

2.2. DATOS CLÍNICOS ASOCIADOS A LA DMA
 
 Los trastornos sensitivos implican una lesión de la raíz o del nervio periférico y descartan una topografía en la neurona motora, en la unión neuromuscular o en el músculo como causa de la debilidad muscular. La arreflexia es más propia de las lesiones neurógenas pero también puede observarse en miopatías agudas como las parálisis periódicas. No se observa en la miastenia gravis. El sistema nervioso vegetativo suele hallarse afectado en casos de SGB, botulismo o porfiria.

2.3. EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS DE UTILIDAD EN EL DIAGNÓSTICO ETIOLÓGICO

1. En general, el nivel sérico de creatinfosfoquinasa (CK) se eleva en los casos de miopatías necróticas y en la miopatía del enfermo crítico. También puede elevarse en los casos de parálisis hipopotasémica y en la hipofosfatemia, pero es normal en el resto de entidades.

2. La mioglobinuria es una manifestación de rabdomiolisis severa. Confiere a la orina un color desde rosado a rojo, que a los pocos minutos se transforma en marrón.

3. La hiperproteinorraquia orienta hacia una patología inflamatoria de las raíces nerviosas, como el SGB.

4. El estudio electrofisiológico: la electroneurografía (ENG) y la electromiografía (EMG) consitituyen una herramienta imprescindible en lo que se refiere al diagnóstico topográfico, pero también en ocasiones en lo que se refiere al pronóstico y seguimiento5. La ENG consiste en la estimulación eléctrica de nervios periféricos sensitivos o motores registrando a cierta distancia el potencial de acción generado. Los parámetros que se analizan son la latencia, la amplitud y la velocidad de conducción. Permite topografiar las lesiones nerviosas y distinguir entre neuropatías desmielinizantes y axonales. La latencia de las ondas F es un índice de la conducción motora en los segmentos más proximales.  La estimulación repetitiva consiste en el registro de la amplitud de los potenciales de acción musculares sucesivos que se obtienen al estimular un nervio motor de forma repetida a una frecuencia determinada. Un decremento significativo de la amplitud indica una enfermedad de la unión neuromuscular de tipo postsináptico y es característico de la miastenia gravis (MG).
 La EMG consiste en el examen de los potenciales que se registran con la inserción de un electrodo de aguja en el músculo, ya sea en reposo  o analizando la actividad voluntaria. Permite diferenciar entre enfermedades neurógenas y miopáticas, y da una idea sobre la distribución e intensidad de la lesión. Un factor que limita la utilidad del EMG en las fases iniciales de la enfermedad es que para que se presenten alteraciones en casos de lesión axonal, deben transcurrir un  mínimo de tres semanas.