Puede resultar difícil topografiar la lesión en
pacientes con DMA, ya que enfermedades que afectan a diferentes segmentos
de la UM pueden presentarse con síntomas y signos parecidos. A continuación
se señalan algunos datos clínicos que pueden resultar útiles
para este propósito:
2.1. FORMA DE PRESENTACIÓN DE LA DMA
Es importante recoger en la historia clínica por dónde
empezó la debilidad y cómo progresó. Así podemos
distinguir una parálisis ascendente,característica del síndrome
de Guillain-Barré (SGB), de una parálisis descendente, más
propia del botulismo o la difteria.
La velocidad de progresión también es relevante,
ya que algunas entidades alcanzan el grado de máxima afectación
en pocos minutos (las parálisis periódicas), otras en pocas
horas (la parálisis por consumo de marisco o por mordedura de serpiente)
y otras en días (SGB).
La distribución de la debilidad puede orientarnos hacia
una topografía lesional determinada, pero debe señalarse
que el concepto general de que una debilidad muscular proximal tiene origen
miopático y una debilidad distal suele ser de origen neuropático
se tomará con reservas en los casos de DMA ya que algunas entidades
neuropáticas como el SGB o las porfirias pueden tener una presentación
proximal. Otro dato a considerar es la afectación de determinados
grupos musculares que puede resultar característica para algunas
enfermedades (por ejemplo, los músculos oculomotores en la
miastenia gravis).
También es importante recoger en el interrogatorio la
presencia de fatigabilidad, que se objetivará más tarde en
la exploración, síntoma característico de las enfermedades
postsinápticas de la unión neuromuscular.
Otras informaciones que ayudarán a delimitar las posibilidades
diagnósticas son la edad de presentación, el curso remitente/recidivante
(que se observará en las porfirias, en la miastenia gravis y en
las parálisis periódicas) y la presencia de desencadenantes
(como fármacos en la porfiria, infecciones en la miastenia o ejercicio
en las parálisis periódicas).
Siempre se interrogará al paciente o familiares sobre
la posibilidad de un antecedente alimentario relevante (de extrema importancia
ante la sospecha de botulismo o de parálisis por marisco) y de un
antecedente tóxico o farmacológico.
Los antecedentes familiares son relevantes en entidades como
la porfiria, las parálisis periódicas familiares o el déficit
de colinesterasa.
2.2. DATOS CLÍNICOS ASOCIADOS A LA
DMA
Los trastornos sensitivos implican una lesión de la raíz
o del nervio periférico y descartan una topografía en la
neurona motora, en la unión neuromuscular o en el músculo
como causa de la debilidad muscular. La arreflexia es más propia
de las lesiones neurógenas pero también puede observarse
en miopatías agudas como las parálisis periódicas.
No se observa en la miastenia gravis. El sistema nervioso vegetativo suele
hallarse afectado en casos de SGB, botulismo o porfiria.
2.3. EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS DE UTILIDAD
EN EL DIAGNÓSTICO ETIOLÓGICO
1. En general, el nivel sérico de creatinfosfoquinasa (CK) se
eleva en los casos de miopatías necróticas y en la miopatía
del enfermo crítico. También puede elevarse en los casos
de parálisis hipopotasémica y en la hipofosfatemia, pero
es normal en el resto de entidades.
2. La mioglobinuria es una manifestación de rabdomiolisis severa.
Confiere a la orina un color desde rosado a rojo, que a los pocos minutos
se transforma en marrón.
3. La hiperproteinorraquia orienta hacia una patología inflamatoria
de las raíces nerviosas, como el SGB.
4. El estudio electrofisiológico: la electroneurografía
(ENG) y la electromiografía (EMG) consitituyen una herramienta imprescindible
en lo que se refiere al diagnóstico topográfico, pero también
en ocasiones en lo que se refiere al pronóstico y seguimiento5.
La ENG consiste en la estimulación eléctrica de nervios periféricos
sensitivos o motores registrando a cierta distancia el potencial de acción
generado. Los parámetros que se analizan son la latencia, la amplitud
y la velocidad de conducción. Permite topografiar las lesiones nerviosas
y distinguir entre neuropatías desmielinizantes y axonales. La latencia
de las ondas F es un índice de la conducción motora en los
segmentos más proximales. La estimulación repetitiva
consiste en el registro de la amplitud de los potenciales de acción
musculares sucesivos que se obtienen al estimular un nervio motor de forma
repetida a una frecuencia determinada. Un decremento significativo de la
amplitud indica una enfermedad de la unión neuromuscular de tipo
postsináptico y es característico de la miastenia gravis
(MG).
La EMG consiste en el examen de los potenciales que se registran
con la inserción de un electrodo de aguja en el músculo,
ya sea en reposo o analizando la actividad voluntaria. Permite diferenciar
entre enfermedades neurógenas y miopáticas, y da una idea
sobre la distribución e intensidad de la lesión. Un factor
que limita la utilidad del EMG en las fases iniciales de la enfermedad
es que para que se presenten alteraciones en casos de lesión axonal,
deben transcurrir un mínimo de tres semanas. |