Capítulo 4.3. Debilidad muscular aguda 

4. PARÁMETROS ÚTILES EN LA VALORACIÓN DE LA NECESIDAD DE SOPORTE VENTILATORIO 

 

 Si bien la decisión de intubar e iniciar ventilación asistida se basa fundamentalemente en parámetros clínicos (vide supra), algunos datos cuantitativos objetivos resultan especialmente útiles 4
 El método cuantitativo más adecuado es la medida de la capacidad vital. Un error muy común es medir en su lugar el peak-flow, ya que los aparatos de medida de peak-flow suelen estar más disponibles en todos los servicios que el espirómetro. Hoy en día, sin embargo, se dispone de espirómetros electrónicos portátiles que permiten monitorizar la frecuencia del paciente, el volumen corriente y la capacidad vital en la cabecera de la cama del enfermo. 
 Para obtener unos datos fiables debe ponerse especial cuidado al dar las instrucciones al paciente y ajustar la boca del mismo a boquillas apropiadas para impedir fugas de aire en caso de debilidad muscular perioral. En ocasiones, deberemos sustituir las boquillas por máscaras faciales. Los valores a partir de los cuales debemos plantearnos una intubación dependen del peso y la edad del paciente, pero como regla indicaremos algún tipo de soporte ventilatorio cuando la capacidad vital caiga por debajo de 1000 cc en un adulto. 
 Las presiones respiratorias máximas se consideran unos indicadores aún más sensibles de debilidad muscular respiratoria. Una presión espiratoria menor de 40 cm H2O (normal del adulto=100 cm H2O) se asocia a incapacidad para toser y expectorar mientras que una presión inspiratoria máxima mayor de -20 cm H20 (normal menor de -70 cm H20) impide una ventilación normal y el mantenimiento de presiones arteriales de anhídrido carbónico dentro de la normalidad. En cualquier caso, son variables que se correlacionan con la capacidad vital y así, disminuciones de la capacidad vital por debajo de 30 ml/kg de peso suponen dificultad en la expectoración y nos hallaremos ya ante un fallo respiratorio indudable cuando la capacidad vital sea inferior a 10 ml/kg de peso. 
 Otro parámetro que puede resultar útil es la medida de la presión transdiafragmática durante la respiración a volúmen corriente y en máxima inspiración, que puede completarse con la electromiografía del diafragma, aunque estos estudios no se realizan de forma rutinaria.