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Capítulo 5. 8. Soporte nutricional enteral
9. MONITORIZACION DEL SOPORTE NUTRICIONAL ENTERAL |
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Los pacientes que reciben SN enteral requieren exactamente la misma monitorización que los que reciben el parenteral. Se hace necesaria la existencia de un protocolo de seguimiento (Tabla 13), sobre todo en hospitales donde no existen unidades responsables del seguimiento nutricional y existe una gran variabilidad interindividual en cuanto a nivel de experiencia. Debe prestarse atención, diariamente, a la exploración clínica, a las posibles complicaciones derivadas de las sondas de alimentación (Tabla 14), y tolerancia a la dieta (observando la presencia de diarrea, estreñimiento, náuseas, vómitos, distensión abdominal y cuantificación de resíduos gástricos). En pacientes graves, no es infrecuente la existencia de disfunción gastrointestinal que provoca intolerancia. Además, en aquellos que se encuentran bajo intubación endotraqueal hay mayor riesgo de aspiración, que se manifiesta por la demostración de emisión de colorante a través del tubo endotraqueal cuando se adiciona a la formulación a administrar. Hasta que se logre la estabilización, también debe prestarse especial atención al equilibrio hidroelectrolítico y al estado metabólico (p.e. glucemia, estado ácido-base, etc.), que pueden obligar al cambio en la formulación o a realizar ajustes en el ritmo de infusión y en la densidad calórica.27 Periódicamente, debe realizarse la evaluación del estado nutricional, como medida objetiva de que se cumplen los objetivos nutricionales. Se emplearán, para ello, el balance nitrogenado, cambios en el peso y de las proteínas séricas, sobre todo cuando se demuestra que los pacientes hospitalizados con SN enteral sólo reciben entre un 70 y un 85% de las necesidades calóricas prescritas. Las medidas antropométricas y el cambio de peso, probablemente, no son fiables en pacientes ingresados en Unidades de Medicina Intensiva (UMI), bien porque se deban a cambios en el balance hídrico, bien por imposibilidad para la medición del peso. No obstante, la estabilidad del peso es un índice de que el soporte nutricional es adecuado.8 Los cambios en las concentraciones séricas de proteínas como la albúmina, transferrina o prealbúmina pueden no ser reflejo de los cambios en el estado nutricional; la albúmina y la transferrina por tener una vida media muy larga,y la la prealbúmina, por no encontrase disponible de forma generalizada en todos los hospitales. Por tanto, estas mediciones deben hacerse en base a una monitorización a largo plazo.8, 27 Para intentar objetivar los cambios
metabólicos, debe realizarse, de forma frecuente, el cálculo
en los requerimientos de energía mediante calorimetría indirecta,
aunque puede ser técnicamente difícil en pacientes bajo oxigenoterapia
o soporte ventilatorio. Si se emplearan las mediciones indirectas, mediante
la ecuación de Harris-Benedict, deberían ajustarse los factores
de estrés, en dependencia de la situación del paciente. Las
medición de la excreción de nitrógeno ureico en orina
de 24 horas es la forma más frecuente de seguimiento de que el soporte
nutricional es el correcto, si bien se encuentra dependiente de la función
renal y, como monitorización a corto plazo, sólo nos indicaría
variaciones temporales del almacenamiento de proteínas lábiles.
De esta forma, se hacen necesarias para el seguimiento a largo plazo las
mediciones de nitrógeno corporal total, pero este tipo de estudios
no se encuentra al alcance de la mayoría de los hospitales.28
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