|
La Diabetes Mellitus es un síndrome producido por deficiencia
en la secreción de insulina o en la acción de la insulina
a nivel celular lo que provoca una alteración del medio interno
que afecta a hidratos de carbono, proteínas y grasas.112,113
Es la enfermedad endocrino-metabólica más frecuente en la
infancia. En 1979 el Comité de Expertos de la OMS propuso la definición
de la diabetes detallada en la Tabla
13 que ha sido aceptada universalmente.112
9.1. FISIOPATOLOGÍA
La progresiva destrucción de células beta lleva a una
deficiencia de insulina cada vez mayor. La diabetes no se manifiesta hasta
que las reservas de secreción de insulina son menores del 10-20%
de lo normal.
En la diabetes mellitus insulino-dependiente (D.M.I.D.) se produce
un estado catabólico donde el defecto primario es la deficiencia
de insulina, pero también aparecen elevadas las concentraciones
plasmáticas de hormonas de estrés: adrenalina, cortisol,
GH y glucagón (Fig.
6).
Este aumento de las hormonas de contrarregulación empeora la
secreción de insulina (adrenalina) y antagoniza la acción
de la insulina (epinefrina, cortisol, GH) aumentando la glucogenolisis,
neoglucogénesis, lipolisis y cetogénesis.
La disminución de la utilización periférica de
la glucosa incrementa la glucogénesis y la producción de
hiperglucemia por glucogenolisis. Al no poderse utilizar esta glucosa como
sustrato energético, se origina hiperglucemia, glucosuria, cetonuria,
hiperosmolaridad, diuresis osmótica y deshidratación mixta
con alteración de los niveles de Na, K y P. La vía metabólica
se mueve entonces en dirección a aumentar la lipolisis, glucogénesis
y cetogénesis. Se produce en consecuencia una acumulación
de ácido acético, beta-hidroxibutírico y acetoacético,
empeorando la acidosis. Por otro lado, la proteolisis va a producir metabolitos
ácidos que empeoran aún más la situación de
hipercatabolia.114
La diuresis osmótica junto a la hiperglucemia, cetoacidosis
y vómitos van a causar deshidratación mixta, shock, disminución
del filtrado glomerular, incremento del consumo de oxígeno y coma.
9.2. DIAGNÓSTICO DE CETOACIDOSIS Y
PRESENTACIÓN CLÍNICA
El diagnóstico de la cetoacidosis debe cumplir los siguientes
criterios: glucemia >300 mg/dl, pH <7.3, bicarbonato <15 mEq/L, presencia
de cetonemia, cetonuria y glucosuria.
El 90 % de los niños presentan nicturia, polidipsia y poliuria
y el 75 % tienen pérdida ponderal o astenia con glucemia >200 mg/dl,
glucosuria y cetonuria. El paciente con cetoacidosis por cada kilogramo
de pérdida ponderal pierde 100 cc de agua, 8 mEq/L de Na, 6 mEq/L
de Cl y de 6 a 10 mEq/L de K.
En el 25-40 % de los niños la diabetes debuta como cetoacidosis
y entre el 5-10 % en forma de coma. La osmolaridad plasmática (N=
285 mOs/L) y el Anión Gap (Na-(Cl + CO3H = 12.4 ±2) están
elevados.
La cetoacidosis severa produce anorexia, enlentecimiento del vaciado
gástrico, vómitos y dolor abdominal que puede confundirse
con un cuadro de abdomen agudo o infección gastrointestinal.
La acidosis metabólica produce hiperventilación para
compensar la acidosis (respiración de Kussmaul) que puede simular
un cuadro de bronquitis, asma bronquial o estado de ansiedad.
9.3. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE CETOACIDOSIS
- Coma hiperglucémico no cetónico: glucemia >500 mg/dl,
osmolaridad sérica >300 mOs/L, cetonas ausentes en sangre y orina,
raro en niños.
- Situaciones de acidosis metabólica con "anión gap"
elevado: acidosis láctica y cetoacidosis hiperglucémica que
generalmente indica un error innato del matabolismo o intoxicación
por salicilatos, la mayoría de las veces sin hiperglucemia.
- Situaciones de glucosuria sin hiperglucemia como tubulopatías
renales.
Otros diagnósticos son coma hiperosmolar, síndrome de
Reye, intoxicación alcohólica, sepsis, meningoencefalitis,
abdomen agudo, deshidratación con hiperglucemia de estrés.
Un dato a tener en cuenta en Urgencias es el diagnóstico diferencial
entre coma hipoglucémico e hiperglucémico, sobre todo en
el paciente diabético en tratamiento con insulina que puede consultar
por mareos, palidez, sudoración, decaimiento, convulsiones o coma.
En el coma hipoglucémico existe el antecedente de dosis excesiva
de insulina, o ejercicio físico intenso, comienzo brusco, hambre,
sudoración fría y respuesta inmediata a ingestión
de glucosa. En el coma hiperglucémico hay antecedentes de abandono
de la insulina, infección previa, sed, poliuria, respiración
dificultosa, aliento cetónico y el comienzo es gradual.115,116
Las cifras de glucemia por debajo de las cuales existe hipoglucemia
significativa son según la edad: prematuros <20 mg/dl, recién
nacidos <30 mg/dl, lactantes <40 mg/dl, y escolares <50 mg/dl.
9.4. TRATAMIENTO DE LA CETOACIDOSIS
Antes de iniciar el tratamiento se debe de valorar el grado de descompensación
metabólica, la repercusión hemodinámica y respiratoria,
y si el paciente presenta acidosis grave (pH <7.1, CO3H <5 mmol/L)
o acidosis moderada, pero con alteración del nivel de conciencia
o intolerancia oral.
En Urgencias se realizará control de FC, TA, glucemia, EAB y
sistemático de orina. En la Tabla
14 se indica los datos de laboratorio iniciales que se deben recoger
en Urgencias Pediátricas y su monitorización, una vez que
ingrese el niño en UCIP o en planta de hospitalización.
Las medidas generales a tener en cuenta en el niño con cetoacidosis
son: canalización de dos vías venosas periféricas
(una para controles analíticos y perfusión de insulina, otra
vía para rehidratación), monitorizar FC, FR, ECG, TA, Tª
, diuresis y buscar un posible foco infeccioso.
El tratamiento del niño con cetoacidosis debe comenzar con la
programación de la fluidoterapia, teniendo en cuenta que los líquidos
no deben sobrepasar de 4 L/m2/día, y la perfusión de insulina,
evitando la caída brusca de la glucemia y la osmolalidad plasmática
para evitar el edema cerebral.117,118
9.4.1. Fluidoterapia
El aporte de líquidos tiene cuatro diferentes componentes:
1.- Corrección de la deplección vascular aguda.
2.- Aporte de líquidos para corrección de la deshidratación.
3.- Aporte de líquidos de mantenimiento.
4.- Aporte de líquidos para reemplazar las pérdidas continuas.
9.4.2. Shock
Si el niño se encuentra en shock se administrará SSF 10-20
cc/Kg rápidamente. Esta infusión puede ser seguida de una
dosis adicional de SSF o seroalbúmina al 5 % 10 cc/kg, si no se
obtiene una expansión de volumen vascular adecuada. En caso de presentar
hipotensión con pH <7.05 y bicarbonato <8 se administrará
bicarbonato 1/6 M. No se recomienda el uso de coloides ni lactato.
9.4.3. Acidosis
La corrección de la acidosis con bicarbonato sólo se hace
cuando la acidosis es muy intensa ya que la administración de líquidos,
insulina y electrolitos corrige la acidosis metabólica e interrumpe
la cetogénesis. El uso de bicarbonato es controvertido porque la
alcalosis desvía la curva de disociación de Hb a la izquierda,
disminuyendo la liberación de O2 a los tejidos y favoreciendo la
acidosis láctica. De igual forma, la alcalosis acelera la entrada
de K en la célula provocando hipokaliemia. También el aporte
de bicarbonato puede empeorar la acidosis cerebral. El CO3H se combina
con los H+ disociándose en CO2 y H2O. El CO2 difunde rápidamente
a través de la barrera hematoencefálica exacerbando la acidosis
cerebral.118,119
Si la acidosis metabólica es intensa (pH <7) se produce
depresión respiratoria y miocárdica, hipotensión y
aumento de la resistencia a la insulina. En estos casos se puede administrar
CO3HNa 1 mEq/Kg en 20 minutos. Se puede repetir esta dosis si el pH no
aumenta de 7.10. Hay autores que aconsejan no utilizar bolos de bicarbonato
IV.
9.4.4. Hidratación
El volumen de líquidos total a reponer es la suma de las necesidades
basales (NB) más el déficit de la deshidratación estimada
(7%-10%) más las pérdidas que se siguen produciendo (exceso
de diuresis de >2 cc/Kg/h). En las primeras 24 horas se corrige la 1/2
del déficit. La reposición de volumen se hace lenta (24-36
h) para evitar una disminución brusca de la osmolaridad plasmática.
No se debe sobrepasar los 4 L/m2 de S.C. para prevenir el edema cerebral.117
La reposición de líquidos será de la siguiente forma:
a) Primeras 8 h.: 1 y 1/2 NB + 1/2 del déficit
b) Siguientes 16 h.: 1 y 1/2 NB + 1/2 del déficit.
Mientras la glucemia se mantenga por encima de 250 mg/dl se utiliza
SSF, de este modo los aportes de Na serán de 8-15 mEq/kg lo que
compensa el déficit y las necesidades basales. Cuando los niveles
sean menores se debe aportar glucosa en forma de glucosalino 1/3 con suero
glucosado según sea necesario.
9.4.5. Glucosa e insulina
La cantidad de glucosa que se requiere es de 3-4 gr por unidad de insulina
cuando la glucemia es <300 mg/dl, o si la glucemia baja más de
20 mOs/L (300 mg/dl) aún si la glucemia es >300 mg/dl.
El tratamiento con insulina debe iniciarse precozmente porque corrige
la acidosis y la hiperglucemia. Se utiliza insulina humana regular. Es
preferible la perfusión a bajas dosis constantes de insulina. El
uso de un bolo de insulina IV (0.1-0.2 U/kg) no disminuye significativamente
el tiempo de corrección de la cetoacidosis, por lo que actualmente
no se utiliza.120
La perfusión se inicia de 0.05-0.1 U de insulina/Kg/h diluyendo
en 100 cc de SSF tantas unidades de insulina rápida (Humulina regular,
Actrapid) como Kg tenga el paciente. Esta solución debe ser cambiada
cada 8-12 h. Idealmente la glucosa sanguínea disminuirá entre
50-100 mg/dl/h. El pH presentará una significativa mejoría.
En ausencia de estos resultados la perfusión de insulina puede incrementarse
primero a 0.15 U/kg/h y si no mejora el pH hasta 0.2 U/kg/h.
El 95 % de los pacientes responden a la perfusión de 0.1 U/kg/h.
Una vez corregida la acidosis se disminuye el ritmo de perfusión
en función de la glucemia. Cuando la glucemia sea <350 mg/dl
se bajará la perfusión a 0.07 U/kg/h. No disminuir la glucemia
a un ritmo superior de 100 mg/dl/h por el riesgo de edema cerebral. Mantener
la glucemia >100 mg/dl. Cuando la acetona plasmática es indetectable
se utiliza la insulina subcutánea regular humana (0.25 U/kg/dosis
cada 6 horas), la primera dosis debe utilizarse 30 minutos antes de retirar
la infusión de insulina. Cada dosis debe de acompañarse de
ingesta de alimento.
La cantidad de insulina a administrar en cada dosis se ajustará
a los niveles de glucemia determinados previamente. La administración
de insulina regular durante 1-2 días permite determinar la dosis
diaria total (aproximadamente 1 U/kg/h) y pasar a una pauta de insulina
de mantenimiento113,120
La dosis total diaria habitual de insulina se repartirá en 2/3
por la mañana (9 horas) y 1/3 por la noche (21 horas). Normalmente
se administran 2/3 como insulina intermedia (Insulatard NPH, Humulina NPH)
y 1/3 como insulina rápida (Actrapid, Humulina regular).
En caso de cetoacidosis moderada con buena tolerancia oral, y nivel
de conciencia normal se inicia tratamiento con insulina humana regular
subcutánea cada 6h, siguiendo los mismos criterios de reposición
hidroelectrolítica.
9.4.6. Electrolitos
El potasio en una cetoacidosis severa no refleja las pérdidas
intracelulares de K, hay que tener en cuenta que al corregirse la cetoacidosis
varios factores tienden a disminuir la kaliemia: el K se mueve hacia el
interior de la célula junto con la glucosa. La expansión
del volumen extracelular disminuye la concentración de K extracelular
por la dilución. Al corregirse la acidosis el K junto con los hidrogeniones
pasa al interior de la célula.
La reposición del potasio debe ser precoz, pero con cautela
porque se puede producir una hiperkaliemia en el paciente con escasa perfusión
renal. Se añadirá K a 2-4 mEq/dl si K <5.5 mEq/L y no
existe oligoanuria o cuando se añada glucosa; si el PO4 es <3
mg/dl, se añadirá todo en forma de fosfato dipotásico,
si el PO4 >3 mg/dl, la mitad en forma de fosfato dipotásico y la
otra en forma de cloruro potásico. De igual forma se aportará
calcio y magnesio según las necesidades.
Existe una pérdida global de Na a consecuencia de una diuresis
osmótica, acentuada por una hiponatremia dilucional secundaria a
hiperosmolaridad plasmática. Hay que tener en cuenta que por cada
100 mg/dl que ascienda la glucemia el Na disminuye 1.6 mEq/L.
El fosfato está depleccionado en la cetoacidosis. El aporte
exógeno de fosfato promueve la formación de 2-3 DPG facilitando
la liberación de oxígeno en los tejidos y la corrección
de la acidosis. Se administra en forma de fosfato dipotásico al
corregir la hipocaliemia.
9.4.7. Alimentación
Una vez que el paciente haya tolerado líquidos orales se calcula
la dieta en raciones. Raciones de hidrato de carbono (HC): 10 + edad en
años (1 ración: 10 gr de HC). La alimentación en el
niño diabético se divide en seis tomas: desayuno, media mañana,
comida, merienda, cena y medianoche. Mientras persista cetoanuria se debe
aportar una dieta baja en proteínas y grasas.
9.5. PREVENCIÓN DE LA CETOACIDOSIS
Es aconsejable la divulgación para un diagnóstico precoz
de los síntomas de la diabetes. En los niños diabéticos
se debe evitar las situaciones desencadenantes como: falta de administración
de insulina e incremento de ésta en situaciones especiales (infecciones,
pubertad, tratamiento con corticoides, intervenciones quirúrgicas
y otros).121,122
|